🧐Cuando una cara lo dice todo.

Se quedó esperando😪

En México se celebrarán elecciones presidenciales el próximo 1 julio y el pasado domingo 28 de abril se llevó acabo el segundo debate con los aspirantes a la presidencia y ocurrió algo muy particular antes de iniciar el debate 👀.

Máynez acompañado de su asesora (chica con brazos hacia atrás) y su esposa (chica con brazos cruzados)

Antes de ingresar al recinto donde se iba a desarrollar este evento el candidato Jorge Álvarez Máynez llegó acompañado de su asesora y su esposa y aprovechó para dedicar unas palabras de agradecimiento en donde dijo:

"Quiero agradecer a mis padres, mi equipo de campaña y familia"

Lo interesante de esto fue la reacción de su esposa 🫣.

Realizó el movimiento de elevar la parte interna de las cejas y esto es característico en la emoción de la tristeza y también comprimió sus labios siendo esto una señal de contenerse en decir algo.

¿Por qué hizo esto? ¿Qué le habrá generado esta tristeza?

Como te he dicho anteriormente, el lenguaje corporal sirve para identificar la emoción que siente la persona en el momento, pero no sirve para identificar las causas.

Aquí no podemos saber qué le ha generado estas emociones, sin embargo, podemos deducir algunas hipótesis y yo me voy por 2:

  1. Siente orgullo por su marido y se emociona a tal punto que tiene ganas de llorar y se contiene.

  2. Ella quizás esperaba que la nombrará de forma individual y al saber que no lo hizo, esto le ha generado esta tristeza.

Si me preguntan yo me voy más por la segunda opción debido a lo que hizo después 😲.

Una vez que su esposo termina de dar las palabras de agradecimiento ella lleva la mirada hacia abajo y esta es la mirada de la vergüenza.

Aunque podemos sentir vergüenza por hacer algo positivo (recibir halagos puede avergonzarnos) aquí no es el caso porque no hay sonrisa 😐 lo que me lleva a descartar la opción 1.

Es por eso la importancia de tomar en cuenta el contexto y analizar los gestos en conjunto y no de manera aislada.

Seguro al llegar a casa le habrá dicho el típico: “Tenemos que hablar…”